La UD Ibiza no aprende a competir y deja escapar la victoria en Alcorcón


La UD Ibiza volvió a evidenciar sus carencias este domingo en Alcorcón, donde no pasó del empate (2-2) pese a adelantarse en el marcador hasta en dos ocasiones. El conjunto celeste estuvo a punto de llevarse los tres puntos con apenas dos disparos entre los tres palos, pero un gol local en el minuto 95 dejó a los ibicencos con la sensación de oportunidad perdida y muchas dudas sobre su verdadero techo competitivo.

El inicio del partido fue un monólogo del Alcorcón, que sometió a la UD Ibiza desde el primer minuto. Ramón Juan tuvo que vestirse de héroe a los diez minutos, sacando un gol cantado bajo palos tras varias llegadas peligrosas del conjunto madrileño, que acumuló hasta tres saques de esquina en el primer cuarto de hora. Los de Miguel Álvarez sufrían sin balón, incapaces de presionar ni de controlar el centro del campo.

Y, sin embargo, el fútbol volvió a demostrar su imprevisibilidad. En el minuto 19, José Albert cazó un despeje de la zaga local tras un saque de esquina y, con una volea precisa, firmó el 0-1 para los ibicencos. Un gol tan inesperado como engañoso, porque hasta ese momento la UD Ibiza había estado completamente a merced de su rival.

Tras el tanto, los celestes desperdiciaron una contra muy mal resuelta que podría haber cambiado el partido. Fue una de esas acciones que, con más tino, suelen marcar la diferencia. No lo hizo. Y el Alcorcón siguió creyendo.

Penalti, sufrimiento y final cruel

La igualdad llegó en el minuto 57, cuando un penalti transformado por Aparicio devolvió el empate al marcador. Lejos de reaccionar, la UD Ibiza se hizo todavía más pequeña. Los locales rozaron el segundo gol y el partido entró en un tramo final caótico, sin control ni jerarquía por parte del conjunto insular.

Cuando todo parecía encaminado al reparto de puntos, apareció un rayo de esperanza. En el minuto 88, una buena acción de Bebé terminó con una mejor definición de Sofiane, que puso el 1-2 y acercó a la UD Ibiza a una victoria tan necesaria como inmerecida por juego.

Pero el castigo fue inmediato. En el minuto 95, Vladys aprovechó un último arreón local para firmar el 2-2 definitivo, dejando helados a los ibicencos y confirmando una tendencia preocupante: el equipo no sabe competir ni cerrar partidos.

Un equipo sin alma

A esta UD Ibiza le faltan intensidad, garra y hambre. Con este nivel, el objetivo realista parece limitarse a eludir el descenso, muy lejos de las expectativas generadas al inicio de la temporada, cuando el equipo partía como candidato al título por presupuesto y nombres.

La mirada se dirige ahora al mercado de invierno, aunque el historial reciente de fichajes no invita precisamente al optimismo. Tampoco despeja dudas la figura de Miguel Álvarez, incapaz hasta la fecha de enderezar el rumbo ni de mejorar el trabajo anterior.

La realidad duele. Y el tiempo, para la UD Ibiza, empieza a agotarse.



Redacción